Si incluimos plantas aromáticas entre los cultivos del huerto estamos controlando la proliferación de plagas de una forma natural y sin la utilización de productos químicos.
Con
tan sólo unas cuantas plantas aromáticas estaremos creando ecosistemas más
equilibrados que se autorregularán y nos evitarán en un futuro plagas en el
huerto.
Estas plantas además mejoran la biodiversidad y favorecen la proliferación y actividad de las abejas y otros insectos polinizadores del huerto que tan necesarios son.
Estas
son algunas plantas que podemos incluir en el huerto:
- Ajedrea: repele a los pulgones y gorgojos de las leguminosas y a la mosca de la cebolla.
- Ajenjo: combate el escarabajo de la patata, gusanos, araña roja y orugas.
- Albahaca: repele el Mildiu, muy recomendado su cultivo junto con pimenteras y tomateras, a éstas últimas también las ayuda alejando a la mosca blanca. También evita las plagas de araña roja.
- Capuchina: repele el ataque de pulgones, hormigas, caracoles, mosca blanca y es capaz de atraer a insectos beneficiosos.
- Cebollino: excelente compañero de las zanahorias que repele sus plagas.
- Hinojo: evita las plagas de pulgones.
- Romero: repele las plagas que atacan a coles, alubias o zanahorias.
- Salvia: combate los nematodos.
- Tomillo: evita los ataques de la mariposa de la col.
Y ya
por último, aunque no es una planta aromática, el uso de ceniza sobre
el suelo alrededor de las plantas es muy útil para evitar las los ataques de babosas y caracoles.
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